Poema la muerte y el vino por yupanqui. Encuentra docenas de poema la muerte y el vino por yupanqui con fotos para copiar y compartir.
Fin de Un Amor
No sé si es que cumplió ya su destino,
si alcanzó perfección o si acabado
este amor a su límite ha llegado
sin dar un paso más en su camino.
Aún le miro subir, de donde vino,
a...
Y cuando vino la muerte, el viejo a su corazón preguntaba: ¿Tú eres sueño?¡Quién sabe si despertó!
No le tengo miedo a la muerte, a lo que sí le tengo respeto es al trance, el ir hacia allá. Confieso que tengo curiosidad por saber de qué se trata.
Sé Que Estoy Vivo...
Sé que estoy vivo en este bello día
acostado contigo. Es el verano.
Acaloradas frutas en tu mano
vierten su espeso olor al mediodía.
Antes de aquí tendernos, no existía
es...
Ebriedad de Sol
Vente conmigo a esta caliente fosa,
al hueco en que un árcangel nunca anida:
es foso de leones o manida
de sangre, no de pétalos de rosa.
Aquí los huesos silban, y qué hermosa
es...
Y Después Fue El Olvido...
(Ante la casa de don Francisco de Quevedo)
Y después fue el olvido. Fue la espiga
mártir del sol, esclava de la avena.
Fue enterrada en el polvo la azucena,
mancillada ...
En cuanto a composición de canciones, mi inspiración vino de amor, la vida y la muerte, y la visualización de situaciones de otras personas.
Un pensamiento vacio lleno de ideas:
es esta vida existen muchos poetas yo no hablo en versos aveces simplemente quiero que acabe, viendo morir un día y nacer otro, quiero lo que no tengo y no ...
Tú te equivocaste: al aceptar mis plegarias de amor,
Yo me equivoqué: por amarte demasiado.
Engañosa suerte: mataste mis versos de amor
Me heriste de muerte.
Vamos a tu encuentro, imparables, frenéticos, pensativos
y dubitativos. No sabemos cómo ni cuándo. Al recibirnos, acógenos en paz y armonía, con amor y felicidad, paciente
y tranquila. Llegarem...
Muerte,
estuve en tu lecho reciente,
que suerte,
por que calmé mi mente demente.
La muerte es un gran
privilegio pues solo la
puedes tener una vez en la vida,
no la disfrutaras pero tampoco le temeras
No quiero morir, siento el mas angustiado de los agobios, siento como mis pensamientos son relojes del tiempo. Me aturdo en un mundo macabro desconocido, donde el paraíso y el infierno es posible.
N...
La guitarra es para mí un poco el templo donde yo entro a rezar. Cuando yo necesito musitar mi salmo profundo, voy a la guitarra. Por supuesto, no voy a tocar chacareras, que me encantan, ni gatos. L...
Yo siempre fui un adiós... un brazo en alto, un yaraví quebrándose en las piedras cuando quise quedarme vino el viento vino la noche y me llevó con ella.
La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos.
Un vaso medio vacío de vino es también uno medio lleno, pero una mentiras a medias, de ningún modo es una media verdad.
Vieja madera para arder, viejo vino para beber, viejos amigos en quien confiar, y viejos autores para leer.
No hay que tener miedo de la pobreza ni del destierro, ni de la cárcel, ni de la muerte. De lo que hay que tener miedo es del propio miedo.
Vivir no es otra cosa que una resistencia inútil. El hombre sabio sabe que va a morir, pero vive y se resiste a la muerte tanto como puede..
La muerte nos iguala a todos. Es la misma para un hombre rico que para un animal salvaje.
¿Qué es la muerte? Si todavía no sabemos lo que es la vida, ¿Cómo puede inquietarnos el conocer la esencia de la muerte?.
No basta con pensar en la muerte, sino que se debe tenerla siempre delante. Entonces la vida se hace más solemne, más importante, más fecunda y alegre.
No puedo imaginarme a un dios que premia y castiga a los objetos de su creación, cuyos propósitos han sido modelados bajo el suyo propio; un dios que no es más que el reflejo de la debilidad humana...
La muerte es ese amigo que aparece en las fotografías de la familia, discretamente a un lado, y al que nadie acertó nunca a reconocer.
El matrimonio es al amor lo que el vinagre al vino. El tiempo hace que pierda su primer sabor.
Sí, en el toreo está presente la muerte, pero como aliada, como cómplice de la vida: la muerte hace de comparsa para que la vida se afirme.
Un buen vino es como una buena película: dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria; es nuevo en cada sorbo y , como ocurre con las películas, nace y renace en cada saboreador.
El vino se parece al hombre: nunca se sabe hasta qué punto se le puede apreciar o despreciar, amar u odiar; ni cuantos actos sublimes o crímenes monstruosos es capaz de realizar. No seamos, entonces...
La muerte de cualquier hombre me disminuye, porque yo formo parte de la humanidad; por tanto nunca mandes a nadie a preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti.
El vino da brillantez a las campiñas, exalta los corazones, enciende las pupilas y enseña a los pies la danza.
La muerte, para llamarla por su nombre, es la real finalidad de nuestra vida. Por ello es que de unos años a esta parte he hecho relación con esta verdadera amiga del hombre.
Todo en el universo está sujeto al cambio. Hay solo una excepción: la muerte siempre sigue a la vida.
Pero todo lo que uno desea, parace que por un burocratismo diabólico, se demora, aun la muerte.
Y en sueños confunde la muerte, la vida: recuerda y olvida, suspira, respira con hórrido afán.
Conviene vivir considerando que se ha de morir; la muerte siempre es buena; parece mala a veces porque es malo a veces el que muere.
Pocos son los que conocen la muerte; es algo que no suele aceptarse por decisión propia, sino por estolidez y por costumbre, y la mayoría de los hombres mueren porque no hay remedio para la muerte.
Mi vida ha consistido en desafiar la autoridad, lo que me enseñaron de pequeña. La vida es puro ruido entre dos silencios abismales. Silencio antes de nacer, silencio después de la muerte.
La comida es la parte material de la alimentación, pero el vino es la parte espiritual de nuestro alimento.
No voy a hacer el camino universitario porque el estudio universitario es la muerte del arte. Los museos y los estudios universitarios son la muerte del arte. Entonces me voy a ir a hacer el arte, que...