Poemas de gabriel garcia marquez con titulo. Encuentra docenas de poemas de gabriel garcia marquez con titulo con fotos para copiar y compartir.
Yo diría que el machismo, tanto en los hombres como en las mujeres, no es más que la usurpación del derecho ajeno. Así de simple
Sabía, más por escarmiento que por experiencia, que una felicidad tan fácil no podía durar mucho tiempo
Era lo último que iba quedando de un pasado cuyo aniquilamiento no se consumaba, porque seguía aniquilándose indefinidamente, consumiéndose dentro de sí mismo, acabándose a cada minuto pero sin ...
- ¡Carajo!- gritó. Amaranta, que empezaba a meter la ropa en el baúl, creyó que la había picado un alacrán. - ¿Dónde está? - preguntó alarmada. - ¿Qué? - ¡El animal! Úrsula se puso un de...
La palabra mestizaje significa mezclar las lágrimas con la sangre que corre. ¿Qué puede esperarse de semejante brebaje?.
Y padeció la certidumbre espantosa de que no volvería a dormir en el resto de su vida
Simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros
Ella le preguntó por esos días si era verdad, como decían las canciones, que el amor lo podía todo. Es verdad, le contestó él, pero harás bien en no creerlo.
Desde ese momento, Florentino Ariza la vio con otros ojos. También para ella pasaban los años. Su naturaleza feraz se marchitaba sin gloria, su amor se demoraba en sollozos, y sus párpados empezaba...
El primero de la estirpe está amarrado en un árbol y al último se lo están comiendo las hormigas.
Hay un momento en que todos los obstáculos se derrumban, todos los conflictos se apartan, y a uno se le ocurren cosas que no había soñado, y entonces no hay en la vida nada mejor que escribir.
Mi edad sexual no me preocupó nunca, porque mis poderes no dependían tanto de mí como de ellas, y ellas saben el cómo y el porqué cuando quieren.
He aprendido que el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada
Nunca hablo de literatura, porque no sé lo que es, y además estoy convencido de que el mundo sería igual sin ella. En cambio, estoy convencido de que sería completamente distinto si no existiera l...
Últimas palabras del doctor Juvenal Urbino, quien deja a la muerte aguardando, hasta ver al motivo de su último aliento y le dice:...Solo Dios sabe cuánto te quise.
Una mujer es como la buena literatura al alcance de todos pero incomprensible para los estúpidos.
sucumbió a la depresión, renunció a comer, durmió mal, perdió el norte, y optó por la solución compasiva de morirse una vez y no morirse millones de veces cada día.
No importa lo que los médicos dicen, la rabia en los seres humanos con frecuencia es una delas trampas del enemigo.
A veces atribuimos al demonio ciertas cosas que no entendemos, sin pensar que pueden ser cosas que no entendemos de Dios.
Los años de ahora ya no vienen como los de antes, solía decir, sintiendo que la realidad cotidiana se le escapaba de las manos
Desde entonces no me gané un centavo que no fuera con la máquina de escribir, y esto me parece más meritorio de lo que podría pensarse, pues los primeros derechos de autor que me permitieron vivir...
Hasta los desperdicios del amor triste de las ciudades nos llegaron en la hojarasca y construyeron pequeñas casas de madera, e hicieron primero un rincón donde medio catre era el sombrío hogar para...
¡Dios de los pobres!" suspiró el general. "Estamos llegando". Y así era. Pues ahí estaba el mar, y del otro lado del mar estaba el mundo.
los ateos no acertamos a vivir sin los clérigos', dijo Abrenuncio. 'Los pacientes nos encomiendan sus cuerpos, pero no sus almas, y andamos como el diablo, tratando de disputárselas a Dios...
Le dijo que el amor era un sentimiento contra natura, que condenaba a dos desconocidos a una dependencia mezquina e insalubre, tanto más efímera cuanto más intensa.
A través de la puerta entreabierta se le vislumbraba en la oscuridad y su rostro seco e inexpresivo, su cabello revuelto, la vitalidad enfermiza de sus duros ojos amarillos, le daban el inconfundible...
Pero cuando ella entraba en la casa, alegre, indiferente, dicharachera, él no tenía que hacer ningún esfuerzo para disimular su tensión, porque aquella mujer cuya risa explosiva espantaba a las pa...
Ambos eran conscientes de tener tan pocas cosas en común que nunca se sentían más solos que cuando estaban juntos, pero ninguno de los dos se atrevía a lastimar los encantos de la costumbre. Neces...
Tan pronto como quedó libre, Sierva María le saltó al cuello, y permanecieron abrazados sin hablar mientras ella lloraba. Él la dejó desahogarse. Luego le levantó la cara y le dijo "No más...
Tan pronto como me tendí en la cama tomé conciencia del silencio pavoroso de la queda. No puedo imaginarme otro silencio igual en el mundo. Un silencio que me oprimía el pecho, y seguía oprimiendo...
y una vez más se estremeció con la comprobación de que el tiempo no pasaba, como ella lo acababa de admitir, sino que daba vueltas en redondo.
Dicen que soy un mafioso, porque mi sentido de la amistad es tal que resulta un poco el de los gánsteres: por un lado mis amigos y por el otro el resto del mundo, con el cual tengo muy poco contacto
Ya no era un estrobo en su vida, sino un punto imaginario en el horizonte del mar.
... Macondo Esta palabra me había llamado la atención desde los primeros viajes con mi abuelo, pero sólo de adulto descubrí que me gustaba su resonancia poética.
(...) se me atravesó la idea complaciente de que la vida no fuera algo que transcurre como el río revuelto de Heráclito, sino una ocasión única de voltearse en la parrilla y seguir asándose del ...
«No importa», decía José Arcadio Buendía. «Lo esencial es no perder la orientación.»
Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una ...
Se cansó de la incertidumbre, del círculo vicioso de aquella guerra eterna que siempre lo encontraba a él en el mismo lugar, sólo que cada vez más viejo, más acabado, más sin saber por qué, ni...
Fi?jate que? simple es -le dijo a Amaranta-. Dice que se esta? muriendo por mi, como si yo fuera un co?lico miserere
la historia de la familia era un engranaje de repeticiones irreparables, una rueda giratoria que hubiera seguido dando vueltas hasta la eternidad, de no haber sido por el desgaste progresivo e irremed...