Pueblo ignorante. Encuentra docenas de pueblo ignorante con fotos para copiar y compartir.
Un pueblo bien loteado y construido en serie, daría como resultado una impresión de calma, de orden, de limpieza, impondría fatalmante la disciplina a los habitantes.
Toda ley supone una autoridad de donde emana, y la causa eficiente y radical de ésta es, por derecho inherente, esencial al pueblo e imprescriptible de su soberanía.
La oscuridad nos envuelve a todos, pero mientras el sabio tropieza en alguna pared, el ignorante permanece tranquilo en el centro de la estancia.
No existen paises pequeños. La grandeza de un pueblo no se mide por el número de sus habitantes, como no se mide por la estatura la grandeza de un hombre.
Un pueblo desgraciado hace los grandes artistas.
El ignorante al ciego es semejante.
No hay pueblo español, chico o grande, que no encierre una enseñanza.
La voz del pueblo es la más sonora salva.
El que a pueblo ajeno va a casar, o va engañado o va a engañar.
Nunca me he encontrado con alguien tan ignorante de quien no pudiese aprender algo.
Las promesas son olvidadas por los príncipes, nunca por el pueblo.
Hay momentos en que el pueblo sintetiza en la acción los pasajes más significativos de su historia.
Cuando el gobernante mismo obra rectamente, ejercerá influencia sobre el pueblo sin dar órdenes, y cuando el gobernante mismo no obra rectamente, todas sus órdenes serán inútiles.
El pueblo que quiera ser libre, sea libre en negocios.
Yo me siento muy feliz y satisfecho con el homenaje del pueblo. Porque es mi pueblo. Es el pueblo que sufre y ríe conmigo, y que me aplaude. El pueblo que ha formado el pedestal de mi prestigio y mi ...
Toda institución que no suponga que el pueblo es bueno y el magistrado corruptible, es viciosa.
Un pueblo no representa tanto una acumulación de ideas y teorías como de obsesiones.
Debemos ordenar el caos. Y no tengo duda de que el mejor y más veloz método es implantar la ley del pueblo en vez de la de la turba.
Cuando un pueblo trabaja dios lo respeta. Pero cuando un pueblo canta, dios lo ama.
Un pueblo que quiere ser feliz no ha de precisar las conquistas.
Hay la misma diferencia entre un sabio y un ignorante que entre un hombre vivo y un cadáver.
El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona.
El pueblo anhela oro y distinciones, y se sentiría timado si los tuviera. Entre los grandes también se ha puesto de moda envidiar al campesino su agua de manantial y su jergón de paja, y más de un...
Es posible lograr que el pueblo siga al hombre bueno, pero nunca se le podrá forzar a que le comprenda.
Si te vieres rodeado de mucha gente ignorante, no te envanezcas por lo que sabes, más bien mira a los que te superan en conocimientos y verás que aún no eres lo que te imaginas ser; y estas por deb...
Quiero ganar mi verso, este verso; y quiero que vaya quedo, raudo y sereno como un dardo certero al corazón del pueblo de todos los pueblos... al corazón del Universo.
El ignorante es poco tolerante.
Somos un pueblo que no quiere conservar mucho del pasado en la cabeza. Se considera malsano en Norteamérica recordar errores, neurótico pensar en ellos, psicótico analizarlos seriamente.
El que es elegido príncipe con el favor popular debe conservar al pueblo como amigo.
La libertad solo reside en los estados en los que el pueblo tiene el poder supremo.
El pueblo me silba, pero yo me aplaudo. (Populus me sibilat, at mihi plaudo)
Cuando un pueblo se exalta es difícil calmarlo; pero cuando está tranquilo es difícil saber cuándo va a exaltarse.
No se debe ser demasiado severos con los errores del pueblo, sino tratar de eliminarlos por la educación.
Poetas, nunca cantemos / la vida de un mismo pueblo, / ni la flor de un solo huerto. /Que sean todos los pueblos / y todos los huertos nuestros.
En Inglaterra, la libertad es una especie de ídolo. Al pueblo se le enseña a amarla y a creer en ella, pero ve muy pocos de sus resultados. El pueblo puede moverse libremente, pero dentro de altas m...
El ignorante tiene valor; el sabio miedo.
A un pueblo no se le convence sino de aquello de que quiere convencerse.
Yo conozco al pueblo: cambia en un día. Derrocha pródigamente lo mismo su odio que su amor.
El torero sigue siendo mítico y, cuando expresa la valentía el pueblo se enardece y los viejos entusiasmos reaparecen.
El pueblo que valora sus privilegios por encima de sus principios, pronto pierde unos y otros.