Anhelar. Encuentra docenas de anhelar con fotos para copiar y compartir.
Al pensar en ti
me muerdo los labios
suspiro y siento que caego
escuchar tu nombrar
me hace anhelar
tenerte cerca, poderte mirar!
muero de ancias por volverte abrazar
La Forma Del Vacío
Pienso que el sueño existe porque existo;
pero si contra el mundo cruzo rostros
y de ligeros vientos alzo vuelos,
túnicas que no han de vestir estatuas,
y con palabras que despu...
Esta es mi vida, un oscuro trabajo, un intenso anhelar, las rosas de mi patio y mi vacío hogar.
La Belleza Te Anida En La Cintura...
La belleza te anida en la cintura,
en la bondad azul en que navego:
cosecha permanente donde siego
los frutos de la voz y su ventura.
Derramas con largueza tu he...
Amor
Dentro, en tus ojos, donde calla y duerme
un palpitar de acuario submarino,
quisiera - licor tenue al difumino -
hundirme, decantarme, adormecerme.
Y a través de tu espalda, pura, inerme,
que ...
Ay mi dulce principe del romance...cuanto mas debo anhelar tus labios?...a pesar de que los tengo sufro de constante sed por ellos...podrias aliviar mi pena?
Si quieres construir un barco, no reunir las personas para recoger leña y no los asigne tareas y trabajos, sino enseñarles a anhelar la inmensidad infinita del mar.
Hemos empezado a anhelar el golpeteo de pequeños pies - así que compramos un perro. Bueno, es más barato, y usted tiene más pies.
Si no temo perder lo que poseo,
ni deseo tener lo que no gozo,
poco de la Fortuna en mí el destrozo
valdrá, cuando me elija actor o reo.
Ya su familia reformó el deseo;
no palidez al ...
¡Oh, Siddharta Gautama!, tú tenías razón:
las angustias nos vienen del deseo; el edén
consiste en no anhelar, en la renunciación
completa, irrevocable, de toda posesión;
quien no desea ...
Arrête, Matilde -le pidió-. Arrête, s'il te plaît. Me rindo -susurró en francés, con los brazos alzados y la cabeza caída. Su mano se abrió y las fotografías se regaron en torno a él.
Arrête, Matilde -le pidió-. Arrête, s'il te plaît. Me rindo -susurró en francés, con los brazos alzados y la cabeza caída. Su mano se abrió y las fotografías se regaron en torno a él.
Arrête, Matilde -le pidió-. Arrête, s'il te plaît. Me rindo -susurró en francés, con los brazos alzados y la cabeza caída. Su mano se abrió y las fotografías se regaron en torno a él.
El egoísmo es el único ateísmo verdadero; el anhelo y el desinterés, la única religion verdadera.
El hogar es un lugar que deseamos abandonar mientras crecemos, y al que anhelamos volver mientras envejecemos.