Si vamos a mantener nuestra democracia, tiene que haber un solo mandamiento: "No te harás justicia ración.
No hay éxito sin dificultad.
No te aflijas demasiado a ti mismo para aquellos que odia, ni tampoco olvide por completo.
Pero esto es muy cierto entre los hombres: los dones de los enemigos hay regalos y sin provecho.
La sabiduría es la parte suprema de la felicidad.
La razón por la planta de los dioses en la humanidad, de todos los buenos dones más altos.
Hay un momento en que incluso la justicia hace daño.
El silencio es un adorno para las mujeres.
Porque la muerte no es lo peor, pero cuando uno quiere morir y no es capaz siquiera de tener eso.
Una palabra no asustar al hombre que, en efecto, no siente miedo.
Los hombres deben comprometen a nada, de reflexión hace un mentiroso de su resolución.
Nuestra felicidad depende de la sabiduría hasta el final.
Para aquellos cuyo ingenio se convierte en la madre de la villanía, los educa para ser el mal en todas las cosas.
Ninguna mentira nunca llega a la vejez.
Ningún discurso puede manchar lo que es noble por naturaleza.
La guerra nunca lleva a un hombre malvado por casualidad, el hombre bueno siempre.
¡Qué dulce para aquellos que sentían mal de olvidar sus desgracias aunque sea por poco tiempo.
Para los condenados una noche es como mil, para alguien yendo así la muerte es solo una noche más.
El amor pasa la noche sobre las mejillas delicadas de las jóvenes.
Por no haber nacido, es decir, más allá de todo comprende, mejor.