Todos pueden matarme, pero no todos pueden herirme.
Antonio Porchia
El destino tiene dos maneras de herirnos: negándose a nuestros deseos y cumpliéndolos.
La literatura es mi utopía. No hay barrera de sentidos que me pueda quitar este placer. Los libros me hablan sin impedimentos de ninguna clase.
Solo hay una fuerza motriz: el deseo.
La mayor parte de las diversiones a que se entregan los hombres, los niños y otros animales son imitaciones de la lucha.