A veces estoy como en un infierno y no me lamento. No encuentro de qué lamentarme.
Antonio Porchia
No todo lo grande es bueno, pero todo lo bueno es grande.
Hay un arte de anochecer. De la entrada del cuerpo al alma, de la niebla a la redondez y del círculo al cielo.
El ladrillo me estaba hablando siempre, me decía estás perdiendo una oportunidad. . .
Deben imponerse castigos cuando convenga. La fidelidad no es contraria a una justa corrección.