Así que la guerra es un negocio muy triste, porque la mayoría de la gente no quiere estar en ella.
Creo que un artista es un poco como un equipo. Se recibe información del mundo que le rodea y de su pasado y de sus propias experiencias. Y todo se va en el cerebro.
He estado en varias guerras a dibujar. Fui a Vietnam. E hizo dibujos en Vietnam durante el período de la guerra allá, y nos pareció que era una situación muy, muy triste.