A menos que su utilización por los lectores les dan vida, los libros son en realidad las cosas muertas.
Propios libros necesitan ninguna defensa. Sus portavoces van y vienen, sus lectores viven y mueren, se mantienen constantes.
Somos los hijos de la era tecnológica. Hemos encontrado formas aerodinámicas de hacer gran parte de nuestro trabajo diario. De impresión ya no es la única manera de reproducir libros. Su lectura, ...
Para lograr la literatura duradera, ficticio o de hecho, un escritor necesita visión perceptiva, capacidad de absorción, y la fuerza creativa.