No puedo pedir más: estar número uno y con todos los chilenos apoyándome.
El hecho de entrenar seis horas diarias, ya es ser diferente. Vivo otra vida, estoy metido en otro mundo: todo el día es tenis y tenis.
No lo puedo disimular. No puedo ni quiero ser como todo el mundo, un darling.
Nunca me he puesto a pensar lo que pienso durante un partido.
Creo que es difícil sacar jugadores, encontrar un partner en Copa Davis o que lleguemos algún día a estar en el grupo mundial si no se les da la oportunidad a jugadores jóvenes ahora que les va bi...
Me siento igual que como si fuera 100.
No te puedo decir si voy a llegar a ser el número uno, eso lo dirá el tiempo.