El efecto real de la catástrofe del WTC ha sido ánimo deprimido, ansiedad e incertidumbre entre los editores, y por supuesto, las emociones no se limitan a los editores.
El factor clave es si el agente es miembro de la Asociación de Representantes de los autores, que las pantallas de sus miembros y les exige que respeten un código de ética.