Frases de tempestad y calma. Encuentra docenas de frases de tempestad y calma con fotos para copiar y compartir.
Tras la tempestad viene la calma.
El talento se educa en la calma y el carácter en la tempestad.
El piloto muestra en la tempestad su saber y su valor.
Denme la tormenta y la tempestad del pensamiento y la acción, más que la calma chicha de la ignorancia y la fe.
El amor es el susurro del alma ,es la tempestad en medio de calma , es el recuerdo en medio del olvido , es el secreto cuando todo sean ido.
tu como la llama d fuego, yo como el agua q apaga tu ardiente calor, tu como la tempestad, yo como la calma q d paz...
El mar es tan profundo en la calma como en la tempestad.
Me encantan estos breves momentos de calma antes de la tempestad... siempre me recuerdan a Beethoven. ¿Lo oyes?
Te sientas frente a un tablero y repentinamente tu corazón brinca. Tu mano tiembla al tomar una pieza y moverla. Pero lo que el ajedrez te enseña es que tú deber permanecer ahí con calma y pensar ...
Ave de mar en madriguera, anuncia tempestad de esta manera.
Toda necesidad se calma y todo vicio crece con la satisfacción.
Y acaso, náufrago indeciso, querrías compartir mi tempestad, en este universo donde el calor y la furia de mis besos, te dejaran -apenas-, sensación, olor, quietud de olvido...
La respuesta suave calma la ira, así como el aceite calma las olas. Esta respuesta suave, casi en voz baja, lenta y buena es una de las empresas más difíciles de este mundo.
El horizonte es negro, la tempestad amenaza; trabajemos. Este es el único remedio para el mal del siglo.
La tempestad sopla el rostro de alguien empapado.
Lo que se hace con precipitación nunca se hace bien; obrar siempre con tranquilidad y calma.
Ante las injusticias y adversidades de la vida... ¡calma!.
La calma absoluta no es la ley del océano. Lo mismo ocurre en el océano de la vida.
La vida no se trata de sobrevivir a una TEMPESTAD...
se trata de saber bailar bajo la LLUVIA!
Gozemos de la calma,sin dejar de alistarnos para atender las vicistudes próximas y propias de la vida.
Las coronas de laurel son arrebatadas por un soplo de brisa; contra las coronas de espinas, nada puede la tempestad.
Las palabras más silenciosas son las que traen la tempestad. Pensamientos que caminan con pies de paloma dirigen al mundo.
Todo lo grande está en medio de la tempestad.
En la mayoría de los hombres, la calma es letargia, la emoción es furor
La vida es una perturbación inútil de la calma del no ser.
Colega calma tu cólera o te dolerá
Cuando el mar está en calma todo el mundo puede ser timonel.
Y regresé a la maldición del cajón sin su ropa, a la perdición de los bares de copas, a las cenicientas de saldo y esquina, y, por esas ventas del fino Laina, pagando las cuentas de gente sin alma...
(...) Ni al mar irritado, ni a los monstruos acuáticos, ni a la ruidosa tempestad, ni al cielo, ni a la tierra; no tenía miedo a cosa alguna creada por Dios más que a su bendita mujer.
En el contacto con las cosas, el corazón del hombre se enreda y lucha: prudencia, astucia, calma.
La calma, profunda como un suspiro.
¡Eran más negras que las alas del cuervo de la tempestad!
Nada causa tanto pesar al espíritu humano como el que, después de una rápida sucesión de acontecimientos que le llevan a un estado de congoja, se sucedan la mortal calma de la inacción y la certe...
Allí donde el agua alcanza su mayor profundidad, se mantiene más en calma.
Nada tiene tiempo de hundirse, todo es arrastrado por la tempestad profunda y vertiginosa de la corriente interior, todo queda en suspenso en la superficie de la fuerza del río
Cada vez que entramos en una crisis es el absurdo total, comprende que la dialéctica solo puede ordenar los armarios en momentos de calma
El ser humano que quiere alcanzar la perfección debe mantener la serenidad y la calma, sin permitir que una pasión o un deseo circunstancial se entrometa en su espíritu.
Si la felicidad de la masa del género humano puede asegurarse a costa de una pequeña tempestad de vez en cuando, o incluso de un poco de sangre, sería una adquisición preciosa.
Ver con calma un crimen es cometerlo
En la tremenda corriente contemplo el último instante de mi vida. La corriente es tan fuerte que lo arrastraría todo, incluso piedras, una catedral, una ciudad. Hay una tempestad que ruge en el inte...