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Los solteros saben más acerca de las mujeres que los casados; si no fuese así, ellos también lo estarían.
Es cierto que el amor conserva la belleza y que la cara de las mujeres se nutre de caricias, lo mismo que las abejas se nutren de miel.
En las mujeres, el instinto equivale a la perspicacia de los grandes hombres.
Las mujeres cuanto mas masa tengan, mas atractivas son.
Las mujeres desconfían de los hombres en general, y muy poco en particular.
Lo que hace que la mayoría de las mujeres sean tan poco sensibles a la amistad es que la encuentran insípida luego de haber probado el gusto del amor.
La mujer no existe. Solo hay mujeres cuyos tipos varían al infinito.
Todas las mujeres deberían casarse; los hombres, no.
A las mujeres les está bien llorar, a los hombres recordar.
Los curas se consuelan de no haberse casado cuando oyen las confesiones de las mujeres.
Las mujeres son como las corbatas: de lejos son bonitas e inofensivas, pero terminan ahorcando al hombre.
La mayoría de las mujeres se empeñan en cambiar a un hombre, y cuando lo han conseguido ya no les gusta.
Las mujeres y la música nunca deben tener fecha.
El peor enemigo de las mujeres es su abnegación.
Los mejores amigos de las mujeres son los diamantes.
Rara vez se equivoca quien piensa de las mujeres lo peor que puede.
Los hombres y las mujeres se mezclan tan bien como el aceite y el agua. Por eso hay que estar agitándolos constantemente.
Si alguna de vuestras mujeres ha cometido adulterio, encerradla en vuestra casa hasta que la muerte haya puesto fin a sus días.
Las mujeres necias siguen la moda, las pretenciosas la exageran; pero las mujeres de buen gusto pactan con ella.
La intuición es frecuentemente superior a la razón. Hace que las mujeres que razonamos mal adivinemos cosas incomprensibles para los hombres que razonan bien.
Para tener éxito con las mujeres debe tratarse a las sirvientas como duquesas y a las duquesas como sirvientas.
Las mujeres llaman arrepentimiento al recuerdo de sus faltas; pero, sobre todo, al sentimiento de no poder cometerlas de nuevo.
Deben tratarse, sobre todo, de asegurar a las mujeres contra las malas indicaciones, aún las más ligeras; si las mujeres no estuvieran vigiladas harían la desgracia de dos familias.
Los vestidos de las mujeres no son mas que variaciones de la eterna lucha entre el deseo confesado de vestirse y el inconfesado de desnudarse.
Las mujeres son seres de cabellos largos e ideas cortas.
Existen tres caminos a la ruina: El vino, las mujeres y los tecnócratas atrapados entre el ser y el deber ser.
Hay tres formas de perder dinero: el juego, las mujeres y los especialistas. El juego es el más rápido, las mujeres el más placentero y los especialistas el más seguro.
Las mujeres prefieren a los hombres silenciosos. Piensan que las están escuchando.
Algunas mujeres ponen paredes muy altas, No para mantenerlos fuera, Sino para saber quienes se molestan en Escalarlas
Las mujeres que buscan ser iguales a los hombres carecen de ambición, Porque no Mejor?
si es verdad k todos los hombres somos iguales porke las mujeres eligen tanto?
El hombre de una sola mujer , es aquel que realmente entiende sobre las mujeres.
Las mujeres no son más que órganos genitales articulados y dotados de la facultad de gastar todo el dinero del hombre.
Las mujeres son como las veletas: solo se quedan quietas cuando se oxidan.
Con la perfidia de las mujeres se consigue curar los celos.
La franqueza en las mujeres, es casi siempre una inconsecuencia.
Las mujeres tienen una edad en que necesitan ser bellas para ser amadas, y otra en que necesitan ser amadas para ser bellas.
Los hombres siempre se empeñan en ser el primer amor de una mujer. Las mujeres prefieren ser la última novela de un hombre.
La independencia no es una palabra que deba exorcizarse, sino una condición indispensable para la existencia de hombres y mujeres realmente liberados, es decir, dueños de todos los medios materiales...
Las mujeres tienen ojos de lince para ver las debilidades de las mujeres.