Napoleon bonaparte la religion y la política ( 4 )
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La mejor forma de cumplir con la palabra empeñada es no darla jamás.
Tengo corazón, mas corazón de soberano; no me apiado de las lágrimas de una duquesa, pero me afectan los males de los pueblos.
En política hay que sanar los males, jamás vengarlos.
Tan tranquilas son las personas honradas y tan activas las pícaras, que a menudo es necesario servirse de las segundas.
Imponer condiciones excesivamente duras es dispensar de su cumplimiento.
A la mayor parte de los que no quieren ser oprimidos no les disgustaría ser opresores.
Lo imposible es el fantasma de los tímidos y el refugio de los cobardes.
La independencia, igual que el honor, es una isla rocosa sin playas.
Hay ladrones a los que no se castiga, pero que roban lo más preciado: el tiempo.
El mal de la calumnia es semejante a la mancha de aceite: deja siempre huellas.
Dios es justo siempre, aún cuando nos perdona.
Hace falta más valor para sufrir que para morir.
Abandonarse al dolor sin resistir, suicidarse para sustraerse de él, es abandonar el campo de batalla sin haber luchado.
Una sociedad sin pasiones es estacionaria.
El porvenir de un hijo es siempre obra de su madre.
Es injusto que una generación sea comprometida por la precedente. Hay que encontrar un medio que preserve a las venideras de la avaricia o inhabilidad de las presentes.
Nada mas difícil, pero nada mas precioso que el saber decidirse.
La ambición jamás se detiene, ni siquiera en la cima de la grandeza.
Es privilegio de los bufones, decir verdades que todos callan.
Un trono es solo un taburete de madera forrado de seda.
Una cabeza sin memoria es como una fortaleza sin guarnición.
La opinión pública es un poder al que nada resiste.
La policía a veces inventa más de lo que descubre.
La masa busca al líder, no porque lo estime sino por interés; y el líder acepta a la masa por vanidad o por necesidad.
Nos batimos más por nuestros intereses que por nuestros derechos.
Las palabras significan lo que nosotros queramos.
Nos elevamos sobre aquellos que nos insultan perdonándolos.
No debéis temer a la muerte, muchachos; desafiadla, y la echaréis en las filas enemigas.
El valor es como el amor; se debe tener esperanza para su nutrición.
Una mujer hermosa agrada a la vista, una mujer buena agrada al corazón. La primera es una joya, la segunda es un tesoro.
Hay una especie de ladrón a quien la ley no ataca a, y que roba lo más preciado para los hombres: el tiempo.
Me encanta el poder. Pero es en el sentido de un artista, que me encanta. Me encanta como el músico ama a su violín, para sacar sus sonidos y los acordes y armonías.
En la política... Nunca retrocedas, nunca te retraigas... no admitas un error.
Respeta la presión.
Los hombres se mueven por solo dos palancas: el miedo y el interés propio.
Un trono es solo un banco cubierto con terciopelo.
La primera virtud de un soldado es la resistencia a la fatiga, el valor es solo la segunda virtud.
Amo poder. Pero es como un artista que amo. Amo como músico ama a su violín, para sacar sus sonidos y acordes y armonías.
Los médicos tienen más vidas a responder en el otro mundo que nosotros, los generales de guerra.
La mejor cura para el cuerpo es una mente tranquila.
