Cuando un hombre pide justicia es que quiere que le den la razón.
Santiago Rusiñol i Prats
El cielo, el infierno y el mundo entero, está en nosotros.
Nunca he odiado a un hombre tanto como para devolverle sus diamantes.
La televisión es un arma de doble filo, con la que incluso el espectador puede llegar a suicidarse.
Me gusta y me fascina el trabajo. Podría estar sentado horas y horas mirando a otros cómo trabajan.