Eso que llaman verdad no es más que la eliminación de errores.
Georges Clemenceau
La mitad del mundo no puede comprender los placeres de la otra mitad.
No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad.
En la ternura de la serpiente nadie cree. Nadie no es trastornado por la sangre incolora de las flores.
La imaginación es generosa y desprendida; la inteligencia calcula y se aferra a lo que sea.