La independencia del pensamiento es la más orgullosa aristocracia.
No se sabe quien goza más; si la mujer cuando se casa o el hombre cuando enviuda.
Nuestra naturaleza humana nos hace pensar razonablemente y actuar insensatamente.
Toda la justicia social descansa en estos dos axiomas: el robo es punible y el producto del robo es sagrado.
Afortunadamente, no tenemos por qué parecernos a nuestros retratos.
La vejez conduce a una tranquilidad indiferente que asegura la paz interior y exterior.
Las verdades más excelsas y puras se alcanzan no ya con la reflexión y la inteligencia, sino más bien con el sentimiento
Un buen retrato es una biografía pintada.
Una cosa sobre todo hace sugestivo el pensamiento humano: es la inquietud.
El porvenir es un lugar cómodo para colocar los sueños.
No perdamos nada del pasado. Solo con el pasado se forma el porvenir.
No hay gobierno popular. Gobernar es crear descontentos.
Nunca se da tanto como cuando se dan esperanzas.
Sin mentiras la humanidad moriría de desesperación y aburrimiento.
Lo admirable no es que existan las estrellas sino que el hombre haya podido dar cuenta de su existencia.
Una tontería repetida por 36 millones de bocas, no deja de ser una tontería.
Prefiero los errores del entusiasmo a la indiferencia de la sabiduría.
Llamamos peligrosos a los que poseen un espíritu contrario al nuestro, e inmorales a los que no profesan nuestra moral.
Cuando se ve una cosa bella, se quiere poseerla. Es una inclinación natural que las leyes han previsto.
Lo que los hombres llaman civilización es el estado actual de las costumbres y lo que llaman barbarie son los estados anteriores.