El malo, cuando se finge bueno; es pésimo.
La lógica, dado el mal uso que de ella se hace, vale más para estabilizar y perpetuar los errores cimentados sobre el terreno de las ideas vulgares, que para conducir al descubrimiento de la verdad.
Escoger el propio tiempo es ganar tiempo.
La soberanía del hombre está oculta en la dimensión de sus conocimientos.
Si comienza uno con certezas, terminará con dudas; mas si se acepta empezar con dudas, llegará a terminar con certezas.
La maravilla de un solo copo de nieve supera la sabiduría de un millón de meteorologistas.
La antigüedad del tiempo es la juventud del mundo.
La bajeza más vergonzosa es la adulación
La duda: la escuela de la verdad.
Nada induce al hombre a sospechar mucho como el saber poco.
Los Estados son grandes máquinas que se mueven lentamente.
La esperanza es un buen desayuno pero una mala cena.
La lectura hace al hombre completo; la conversación, ágil, y el escribir, preciso.
En materia de gobierno todo cambio es sospechoso, aunque sea para mejorar.
Algunos libros son probados, otros devorados, poquísimos masticados y digeridos.
El conocimiento es poder.
Quisiera vivir para estudiar, no estudiar para vivir.
Las democracias suelen ser más tranquilas y están menos expuestas a la sedición que el régimen gobernado por una estirpe de nobles.
El dinero es como el estiércol: no es bueno a no ser que se esparza.
Es un extraño propósito perseguir el poder y perder la libertad.