En mi compañía bailan los gordos, los calvos, los feos, los guapos, los viejos... Tiene derecho a bailar todo el mundo. Todos los que formamos la compañía somos como células de un solo cuerpo
La danza no está en el paso, sino entre el paso y paso. Hacer un movimiento tras otro no es más que eso, movimientos. El cómo y por qué se liga y qué se quiere decir con ellos, eso es lo importan...
Lo grande del flamenco es su contención. No explota pero allí hay una energía descomunal, sensualidad y erotismo que vibra todo el tiempo Pero también están la austeridad, el ascetismo.
Una cosa es zapatear y la otra pisotear la tierra. La tierra no se pisotea, se le sacan sonidos acariciándola.