Hay ocasiones en que cuantos nos rodean no merecen sino un poco de comedia. Seamos, entonces, un poco farsantes.
La Historia no es la maestra de la vida: nadie escarmienta.
La imaginación nunca se sacia; tiene por cárcel todo el universo.
Sin religión, es decir sin cimientos, sin ataduras a una verdad trascendental, el hombre se viene abajo, girará a todos los vientos.