El sabio es artifice de su propia fortuna. Encuentra docenas de el sabio es artifice de su propia fortuna con fotos para copiar y compartir.
El necio y el sabio habitan en pisos diferentes de la mente humana.
Solo el hombre sabio, solo aquel cuyos pensamientos son controlados y unificados, hace que le obedezcan los vientos y las tempestades del espíritu.
La fortuna es un montoncillo de arena: un viento la trae y otro se la lleva.
La oscuridad nos envuelve a todos, pero mientras el sabio tropieza en alguna pared, el ignorante permanece tranquilo en el centro de la estancia.
El que posee las nociones más exactas sobre las causas de las cosas y es capaz de dar perfecta cuenta de ellas en su enseñanza, es más sabio que todos los demás en cualquier otra ciencia.
Nunca te rindas a la fortuna.
El sabio es el único que escapa a las leyes del género humano, todos los siglos le sirven como a un dios: ¿se trata del pasado? su recuerdo lo abraza. ¿del presente? lo utiliza. ¿del futuro? lo p...
El sabio no castiga por venganza de lo pasado, sino por remedio de lo venidero.
Para hacer una fortuna, con lo mucho que te quiero bastará.
La fortuna mal ganada, no luce ni dura nada.
No busques a la vez fortuna y mujer.
Si el hombre sabio observa una conducta displicente, no inspirará respeto; si se limita a estudiar, sus conocimientos no serán profundos. Debéis ser siempre sinceros, fieles y actuar con buena fe.
El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.
Voy a hacer una fortuna con lo mucho que te quiero, Lo que mas vale en el mundo no se compra con dinero.
Sabio es aquel que constantemente se maravilla.
Los caminos del sabio son elevados e inasequibles. Sus actos pueden ser admirados, pero no imitados.
No tengo fe e la perfectibilidad humana. Creo que el esfuerzo humano no va a tener un efecto apreciable sobre la humanidad. El hombre es ahora más activo, no más feliz, ni más sabio, que lo que lo ...
Cuando el sabio yerra, el necio se alegra.
Feliz quien desprecia la fortuna.
El sabio puede cambiar de opinión. El necio, nunca.
El malvado podrá ser muy inteligente, pero no sabio.
El sabio es y no oprime.
La buena suerte no es casual, es producto del trabajo; así la sonrisa de la fortuna tiene que ganarse a pulso.
Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que a los demás. Si logras juzgarte bien a ti mismo eres un verdadero sabio.
Jamás viene la fortuna a manos llenas, ni concede una gracia que no haga expirar con un revés.
El sabio es quien quiere asomar su cabeza al cielo; y el loco es quien quiere meter el cielo en su cabeza.
La fortuna llega en algunos barcos que no son guiados.
El sabio en la virtud debe siempre hacer fundamento.
La moderación de las personas felices se debe a la placidez que la buena fortuna da a su temperamento.
Hay la misma diferencia entre un sabio y un ignorante que entre un hombre vivo y un cadáver.
El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona.
La fortuna teme a los valientes y avasalla a los cobardes.
No te fíes de la fortuna, que es mudable como la luna.
El sabio es generoso.
La fortuna no está hecha para los sillones: para alcanzarla, antes que mantenerse bien sentado hay que correr tras ella.
Hay personas a las que la fortuna no les procura más que miedo de perderla.
No es sabio el que sabe muchas cosas, sino el que sabe cosas útiles.
El sabio sabe que ignora.
Esta que llaman por ahí Fortuna es una mujer borracha y antojadiza, y sobre todo, ciega, y así no ve lo que hace, ni sabe a quien derriba.
Viven más contentos aquellos en quienes jamás puso los ojos la fortuna, que los otros de quienes los apartó.