Colección de pepe
Honra quien pide: Es que cree en la virtud de quien da.
José MartÃA todos nos gustarÃa haber sabido todo antes.
Napoleón BonaparteSer viejo no es un insulto, es una consecuencia de la edad.
Karl MarxSin Fé, el futuro es una quimera.
Miguel Ãngel Retana ZamoraJuventud y adolescencia no son sino exceso e ignorancia.
François VillónTodas las artes han producido obras maestras. El arte de gobernar solo ha producido monstruos.
JuniusTambién los manantiales y los pozos se agotan cuando se extrae demasiado y muy frecuentemente de ellos.
DemóstenesLa libertad significa responsabilidad. Es por eso que la mayorÃa de los hombres la ignoran.
George Bernard ShawEn la ciencia uno se trata de explicar lo que no se sabÃa antes de manera que se entienda. En la literatura uno se comporta justo al contrario.
Paul BourgetNo consideramos que la justicia se nos presente por naturaleza, porque sÃ, sino porque se puede enseñar y se aprende con la práctica.
PlatónLa verdadera energÃa y el verdadero carácter son como el valor, tranquilo y moderado, sin alardes y sin vacilaciones.
Carlos PellegriniA pesar de no ser nunca el definitivo, el primer amor perdura para toda la vida.
PacoyoDicen que.... es ya media mentira.
Thomas FullerSi Sócrates levantara la cabeza y viera filósofos que se niegan a opinar del terrorismo, de la clonación... se volverÃa a morir.
SabucoHay gente que cree que el único equipo que se necesita para discutir de religión, es una boca.
H. WoukNocturno Xii
A Santiago de la Escalera
La noche resbala
con mansa dulzura.
Como una azucena
de nevada túnica,
inocente y lÃrica,
florece la luna.
las estrellas cantan
su cantiga muda
y sueña el paisaje
dormido en la bruma.
¡Qué suave sosiego!
¡Qué paz tan profunda!
Cual blandas cadencias
de canción de cuna,
únicos rumores
que el silencio surcan,
se estremece el bosque,
la brisa susurra
y abajo en el rÃo
rezan las espumas.
Solo dos zagales
- él fuerte, ella rubia -
velan en el valle
Por gozar la albura
de la noche clara,
de la noche rústica.
- Juan, ¿estoy soñando?
¡Oh, qué dulce música!
- Parecen campanas;
no las sentà nunca.
- Quién las toca, di?
-No sé; pero escucha.
MarÃa, te quiero.
- Si serán las brujas?
- MarÃa, si vieras...
_ O serán los ángeles
allá en las alturas...
- MarÃa, te adoro...
- ¿Campanas, o guzlas?
- Me atiendes, MarÃa?
- Qué paz, qué dulzura...
¿oyes las campanas?
- ¿MarÃa, me escuchas?
- Campanas celestes
¿sonáis en la luna?
Tañido divino...
¡Oh, Juan, esa música!...
- MarÃa, ¿me quieres?
-...No puedo ser tuya.
El cientÃfico trata de satisfacer sus propias ansiedades humanas.
Angel Jordán GoñiSi podéis curar, curad; si no podéis curar, calmad; si no podéis calmar, consolad.
Augusto MurryLo que no se es capaz de dar, en realidad no se posee, uno es poseÃdo por ello.
Ivern Ball