Colección de paco
En La Ebriedad Le Rodeaban Mujeres, Sombra, PolicÃa, Viento.
PonÃa venas en las urces cárdenas, vértigo en la pureza; la flor
furiosa de la escarcha era azul en su oÃdo.
Rosas, serpientes y cucharas eran bellas mientras permanecÃan
en sus manos.
* * *
Era incesante en la pasión vacÃa. Los perros olfateaban su pureza
y sus manos heridas por los ácidos. En el amanecer, oculto
entre las sebes blancas, agonizaba ante las carreteras, veÃa
entrar las sombras en la nieve, hervir la niebla en la ciudad profunda.
* * *
Vigilaba la serenidad adherida a las sombras, los cÃrculos donde se
depositan flores abrasadas, la inclinación de los sarmientos.
Algunas tardes, su mano incomprensible nos conducÃa al lugar sin
nombre, a la melancolÃa de las herramientas abandonadas.
Cada mañana ponÃa en los arroyos acero y lágrimas y adiestraba a los
pájaros en la canción de la ira: el arroyo claro para la hija
dulcemente imbécil; el agua azul para la mujer sin esperanza, la que
olÃa a vértigo y a luz, sola en el albañal entre banderas blancas,
frÃa bajo la sarga y los párpados ya amarillos de amor.
Era incesante en la pasión vacÃa. Los perros olfateaban su pureza y
sus manos heridas por los ácidos. En el amanecer, oculto entre las
sebes blancas, agonizaba ante las carreteras, veÃa entrar las sombras
en la nieve, hervir la niebla en la ciudad profunda
Mientras no haya una distribución equitativa de la riqueza, no habrá paz.
Elena OchoaEl trabajo cansa. Eso prueba que el hombre no está hecho para trabajar.
Ray BradburyLo bonito de la profesión de actor es que no existe ningún orden en el tiempo o la edad.
Michel de MontaigneEl poder es bien tenido cuando es el poderoso mas amado que temido.
LookVersos
Como no sabes lo que pasa
te parece la noche más oscura
dentro del vaso de cristal
y ya no tienes miedo
a que salgan los sueños a morderte,
que están seguros en su puesto.
Como no sabes lo que pasa
no quieres ver lo que te ronda
sobre el giro del dÃa
y ya no temes ni la flecha,
ni el color, ni la llaga
de la luz que nos pesa.
Y como pues no sabes
ni lo que pasa ni lo que se queda
no te angustia la flor
que allà en su rama temblorosa
lejos de ti, puesto que no la miras,
se está quedando de ti sola.
No sabes lo que pasa
porque de ti no sabe nada nada.
Como no se sabe qué color tiene Dios
-¿será blanco y azul como este libro,
o rojo y púrpura como el ocaso,
o amarillo y rosado de la aurora,
verde tal vez como este mar,
como la cinta, como son las hojas?-
Ay, que Dios sin color se me desliza
y se me queda gris como ceniza.
Ceniza gris, Dios gris me gusta:
gris de pensar lo permanente,
gris de llover, de transitar palabras,
gris de pasar la rueda,
gris de torcer el hilo de las tardes
y de mirar lo que nos queda.
Y como no se saben los colores
que aquà y allà nos dejan en la mano
temblorosos de fines los adioses.
Pero es que ni tú, ni yo, ni aquél,
ni nadie, ni cualquiera
sabemos lo que pasa o lo que queda.
El perdon borra lo que el tiempo no borro.
Jaime Tenorio ValenzuelaResÃgnate a no haber podido hacer una cosa, más nunca a no haberlo intentado, si vale la pena de intentarlo.
Amado NervoEl principal maestro de los hombres en las acciones de la vida es el infortunio.
José Lezama LimaLa ambición es un vicio, pero puede ser madre de la virtud.
Marco AurelioEl peor de los males es creer que los males no tienen remedio.
Francisco CabarrusQue la condenación pueda ser eterna supone a fin de cuentas que el pecado no tiene fin.
Silvina GarréLa crisis de hoy es el chiste de mañana.
Herbert George WellsEl poeta debe caer como un halcón sobre su presa y dejarla en los huesos.
Baldomero Fernández MorenoSeñor, Si Usted Sabe...
Señor,
si usted sabe
que yo ahora estoy celosa
por lo que me ha dicho,
tenga al menos el detalle de no hacérmelo notar durante
la cena.
(Nunca en mi vida enrollé espaguetis con tanto odio.)
Quien no ha llegado lejos nunca, que espere, que el tiempo se lo dará todo.
AnenitaMatadlos a todos y Dios juzgará quien se tiene que salvar.
SileniusEgoÃsta es aquel que se interesa mas en él mismo que en mi.
Ambrose BierceCanción, Glosa Y Cuestiones
Ese lugar que tienes,
cielito lindo,
entre las piernas,
ese lugar tan Ãntimo
y querido,
es un lugar común.
Por lo citado y por lo concurrido.
Al fin, nada me importa:
me gusta en cualquier caso.
Pero hay algo que intriga.
¿Cómo
solar tan diminuto
puede ser compartido
por una población tan numerosa?
¿Qué estatutos regulan el prodigio?